Febrero (Exodo)

El mejor momento de este verano fue la ida al Yeco (minutos al norte de Algarrobo) y el mejor de tantos instantes vividos fue cuando ibamos en camino, la tarde del 25 de Febrero.

Era un viaje con el sol encima durante gran parte del camino, atardecía y el sol bajaba pero nada me hacia pensar que en cosa de minutos se empezaría a ver un horizonte negro -de nubes, claro está- que no tardaría en estar sobre nosotros, un atardecer digno de mis mejores sueños, viento helado, mucha risa, buena música, velocidad, y fotos. Solo sería la entrada a las mejores vacaciones en mucho tiempo en el mejor lugar.

Todo puede ser peor (aún y más aún)

A veces parece ser, a veces no lo es, a veces podría ser y así. No paro de conocer gente chalada y sentirme más chalado que nunca, no paro de sorprenderme ni de aburrirme, de ilusionarme y desilusionarme simultaneamente, de pensar que por ahí va y ver que finalmente va por allá lejos.

Este es por lejos el día más incierto de todo el año, dónde nada parece cuajar, por dónde se le mire se ven incongruencias. Todo parece ser al final un momento de lucidez frente a lo que sucede en dónde nada es lo que parece y todo puede ser peor.