Sentirse vulnerable es sentirse vivo, y creo que no estoy acostumbrado. Estoy acostumbrado más que a eso, a ver como los días pasan mientras mantengo intactas todas mis esperanzas y realidades creadas algún día por la experiencia o por el sueño ordinario.
Sintiéndome vivo me doy cuenta que le tengo terror al tiempo, me doy cuenta que quizás soy capaz de actuar de forma poco sensata y mantener los márgenes, o quizás corrigiéndome un poco, ser insensato debe ser lo que más anhelo. Vivir esa fantasía contigo, disfrutarla a medias como sabemos hacerlo, porque si no soy de total utilidad, vaya que lo soy con lo que puedo... ¿se hace lo que se puede? ...y lo que se quiere. Y no quiero inventar, desarrollar, concluir un gran problema y gratis. No, y creo que tú tampoco quieres, pero creo que todas las opciones son doble filo. Ser sensatos con algo atravesando las ideas es como tirar al tacho la cajetilla de cigarros llena, para mañana volver a comprar una.
Creo que nacimos para esto, y también creo que los acuerdos entre insensatos son posibles, son tan posibles y reales como tú, como Soldado, como Jorge y como el Tiempo que ya se me ha pasado mientras escribo.
Pues mira la fecha, probablemente sería o ¿habrá sido ya? trágico ver como la sensatez te lleva.
martes, 25 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario